VACUNACIÓN, CHIVOS EXPIATORIOS Y VIOLENCIA (RENÉ GIRARD)

 VACUNACIÓN, CHIVOS EXPIATORIOS Y VIOLENCIA (RENÉ GIRARD)

Dioniso contra el "crucificado": ésta es realmente la oposición. No se trata de una diferencia respecto al martirio, pero éste tiene un sentido diferente. La propia vida, su eterna fecundidad, su eterno retorno, determina el tormento, la destrucción,, la voluntad de aniquilar. En otro caso, el sufrimiento, el "crucificado" en tanto que inocente, sirve de argumento contra esa vida, de fórmula para su condena.

(Nietzsche, Euvres complétes, vol. xiv: Fragments posthumes début 1888-janvier 1889; René Girard: Veo a Satán caer como el relámpago, página 223)

El cristianismo ha tomado tan en serio el individuo, lo ha planteado tan bien como un absoluto, que no podía ya sacrificarlo; pero la especie solo sobrevive mediante los sacrificios humanos [...]. La verdadera filantropía exige el sacrificio para el bien de la especie; la verdadera filantropía es dura, se obliga al dominio de sí misma, porque necesita del sacrificio humano. ¡Y esta pseudohumanidad llamada cristianismo quiere imponernos precisamente que no se sacrifique a nadie!

(Nietzsche, Ibid; René Girard: Ibid., página 226)

A medida que la campaña de vacunación masiva fracasa (en cuanto a los resultados prometidos), asistimos a un incremento de la presión contra los “no vacunados” como chivos expiatorios de la crisis del Covid, y también a una abierta -y fiera- defensa de las obligaciones universales de vacunación.

Desde el punto de vista legal, no ofrece dudas que las obligaciones de vacunación ignorarían la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos (artículo 6 como derecho internacional), las resoluciones de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa sobre las vacunas Covid y el artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos (Vavricka v. República Checa (TEDH) no sería aplicable a las vacunas Covid debido, entre otras cosas muy importantes, a la “inmunidad no esterilizante” ofrecida por las vacunas (falta de prevención de la transmisión de la infección)).

En cualquier caso, nos encontramos incursos en una supuesta campaña de vacunación voluntaria dirigida a alcanzar resultados universales, lo que constituye un método propio y distintivo de todas las dictaduras.

Este importante y central aspecto jurídico*, sin embargo, apunta a otro aspecto social y religioso que es igual de importante o más: los chivos expiatorios como método de cohesión social y política en tiempos de crisis y emergencias políticas.

René Girard lo estudió de manera extensa y concluyente. La cuestión de la vacunación tampoco escapó a su atención:

¿Y qué decir ante los procedimientos modernos de inmunización y de vacunación) ¿No es un único e idéntico modelo el que opera en todos los casos y que unas veces ofrece su marco intelectual y su instrumento al pseudo-descubrimiento y otras al auténtico descubrimiento? Hay que reforzar las defensas del enfermo, ponerle en grado de rechazar por sus propios medios una agresión microbiana. La operación benéfica siempre es concebida a la manera de la invasión rechazada, del maléfico intruso expulsado de la plaza. Nadie puede reírse en este caso, porque la operación es científicamente eficaz. La intervención médica consiste en inocular “un poco” de la enfermedad, exactamente como en los ritos que inyectan un poco de violencia en el cuerpo social para hacerle capaz de resistir a la violencia. La cantidad y la exactitud de las analogías producen vértigo. Las “revacunaciones” corresponden a la repetición de los sacrificios y reaparecen, igual que en todos los modos de protección “sacrificial”, las posibilidades de inversión catastrófica: una vacuna demasiado virulenta, un pharmakon excesivamente fuerte, puede extender el contagio que intentaba yugular. Para ilustrar los aspectos correspondientes del sacrificio podríamos recurrir anteriormente a la metáfora de la vacuna, y comprobamos ahora que el desplazamiento metafórico no se distingue de una nueva sustitución sacrificial.

(La violencia y lo sagrado (París 1972). Anagrama 1995, páginas 301-302. Traducción de Joaquín Jordá)

René Girard consideró las instituciones sociales como los difíciles y adecuados sustitutos de la victimización, sin ignorar la recurrencia del ritualismo sacrificial en la historia humana. La actual ascensión del los “apóstoles” de los rituales de violencia -y su sanción jurídica- debería alarmar a cualquiera sobre la extensión, profundidad y riesgos de la actual crisis mundial.

*La American Civil Liberties Union (ACLU) ha declarado de forma incomprensible lo siguiente:

“Far from compromising them, vaccine mandates actually further civil liberties. They protect the most vulnerable, people with disabilities and fragile immune systems, children too young to be vaccinated, and communities of color hit hard by the disease.”

https://twitter.com/ACLU/status/1433433737304449024?s=20

¿Cómo es posible que proteja lo que no impide la transmisión de la infección?

https://thoreaucastellano.blogspot.com/2021/07/vacunacion-chivos-expiatorios-y.html

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