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Thursday, April 28, 2022
Sunday, April 17, 2022
SANCIONES Y SOBERANÍA (SANCTIONS AND SOVEREINGTY, SERGEY GLAZIEV)
Tuesday, April 12, 2022
BRETTON WOODS III (V, DAVID STOCKMAN: EL MERCADO BAJISTA DE LOS BONOS)
As shown in the chart below, the Fed has literally buried the bond market in false economics. That is, ultra-low nominal yields which cannot possibly withstand the inflationary gales coming down the pike.
There is nothing comparable in the last 60-years to the February 2022 real yield of -6.08% on a regular CPI basis. Even at the peak of the 1980s inflation blow-off the real yield only reached -4.18% and -4.70% at the top of the first oil crisis in December 1974.
As it happens, moreover, this lowest real yield in 60 years is not the end of the story. It can actually be well and truly said that the biggest bond bubble in 800 years is now deflating, and that will make all the difference in the world.
Moreover, the global bond market bubble is deflating at a fearsome pace. The value of global bonds dropped by another $754 billion just last week, bringing total loss from the recent all-time high in mid-2021 to a staggering $4.8 trillion or 7%.
Needless to say, when this utterly distorted bond market heads south, the global stock market won’t be far behind. After all, current nosebleed levels and out of this world PE ratios are predicated on ultra-low yields and the specious theory of TINA (there is no other alternative to stocks).
Indeed, the global stock market capitalization level as computed by Bloomberg is off from its $122 trillion mid-2021 peak by $9 trillion or nearly an identical 7%. And the plunge has just gotten started.
After all, even at the current $113 trillion, global equity capitalization stands at 133% of global GDP, which is double the ratio that prevailed before the central banks jumped the shark with financial repression and stock market price-keeping after the turn of the century.
Looked at differently, recall when there were $18 trillion of negative yielding debt trading in world bond markets?
That number is already down to $3 trillion and heading vertically toward positive territory—-the only rational place for bond yields to stand. And as it corrects, there will be a world of hurt among corporate, household and government borrowers who had foolishly assumed that free money was a permanent condition.
The benchmark yield, of course, does not exist in a vacuum—just the opposite. The Fed’s post-March 2020 printathon caused a radical plunge of mortgage rates, triggering a speculative run-up in housing prices. Now its reversing violently, and housing prices can’t be too far behind.
But here’s the thing. In just the last two quarters, the 30-year rate has rebounded by 175 basis points to 4.42% from the 2021 low, thereby already cancelling 50% of the 350 basis point drop from the Q1 2007 level. So tumbling housing prices are surely next in line.
Nor is housing the only victim of the unfolding bond bear market. For the past 20 years the corporate sector has been systematically shrinking its equity base. That was the result of either applying cash flow that could have otherwise gone into productive investments or debt pay-downs into stock buybacks and dividend payments or actually borrowing to fund the same.
As the bond bear gathers girth it will become increasingly obvious that we are early stages of a much larger, seismic shift not only in monetary policy, but in the state of the US economy.
Monday, April 11, 2022
AUTO TRIBUNAL SUPREMO 9-03-2022 : DEUDAS IRPF RECURRIDAS E IMPUESTO SOBRE EL PATRIMONIO
"En efecto, en la sentencia de 13 de enero de 2012 dictada por la Sección Segunda de la Sala Tercera del Tribunal Supremo (rec. 384/2009, ECLI:ES:TS:2012:310) nos pronunciamos en los siguientes términos:
"CUARTO.- Con independencia de que no concurran los presupuestos de admisión, tampoco podemos compartir la tesis que sostiene la recurrente en cuanto a la cuestión de fondo.
Es cierto que, al amparo del artículo 9.Dos de la LIP la cuota diferencial positiva del IRPF del mismo ejercicio al que afecta la declaración de IP puede computarse en la base imponible de éste impuesto como deuda deducible, pero el sujeto pasivo sólo deberá responder de ella en el caso de que la liquidación en la que se incluye dicha cuota diferencial del IRPF sea firme, puesto que en el caso de que dicha liquidación haya sido impugnada, existe la posibilidad de que sea anulada y que, consecuentemente, no llegue a constituir una deuda exigible del sujeto pasivo. Como señala la sentencia objeto de impugnación, la deuda por IRPF al no ser firme,no minora la capacidad de pago adicional por la posesión de patrimonio que es la riqueza susceptible de ser gravada por el IP. De esta forma, la impugnación mediante el recurso contencioso administrativa y el posterior recurso de casación de una liquidación del IRPF que no ha sido ingresada y cuya ejecución se halla suspendida no cumple con el requisito establecido en el artículo 9.Dos de la LIP, referente a la necesidad de que se trate de una deuda de la que deba responder el sujeto pasivo, pues mientras dura la impugnación y la correspondiente suspensión nadie le puede obligar a responder de dicha deuda y, además, en caso de que los Tribunales lleguen a estimar su impugnación, la deuda se declararía inexistente, como si nunca hubiera existido.
Es por ello que la falta de firmeza de la liquidación del IRPF, junto a la obtención de la suspensión cautelar de su ejecutividad, determinan que en el momento en que se liquida el lP correspondiente al mismo ejercicio esta deuda no sea exigible al sujeto pasivo, razón por la que no está en situación de responder de ella, que es lo que exige el precepto invocado.
En el caso que nos ocupa las anteriores consideraciones tienen una traducción fáctica innegable: en el momento del devengo del IP de 1989, el sujeto pasivo disponía en su patrimonio del importe correspondiente ala cuota del IRPF liquidada. Consecuentemente, como indica el TSJ de Cataluña en su sentencia, estas deudas"no constituyen detracciones de la masa del activo". Y esta realidad es la que refleja el hecho imponible del IP, tal y como lo configura el artículo 3 de la LIP: el patrimonio neto de las personas físicas, es decir, "el conjunto de bienes y derechos de contenido económico de que sea titular, con deducción de las cargas y gravámenes que disminuyan su valor, así como de las deudas y obligaciones personales de las que deba responder", en los términos utilizados por los artículos 1 y 9.Dos. b) de la propia LIP.
Débese significar que, en sentir de esta Sala, la sentencia de instancia no confunde la exigibilidad con ejecutividad, pues la exigibilidad es predicable de los pagos debidos o deudas, mientras que la ejecutividades predicable de los actos administrativos, sin que puedan combinarse, como hace la recurrente. Así, que una deuda sea exigible significa que puede ser requerida, reclamada, reivindicada, etc., mientras que una liquidación sea ejecutiva significa que tiene la virtualidad de desplegar sus efectos jurídicos. Por lo tanto, una liquidación que no es firme y que tiene suspendida su ejecutividad no puede producir ningún efecto y una deuda que no es exigible no puede ser reclamada por el acreedor. Esta doble circunstancia es la que concurre en el caso de la recurrente, en el que la liquidación de IRPF no puede producir efectos, al haber sido suspendida,por lo que la deuda derivada de la liquidación no puede serle exigida, existiendo además la posibilidad de que dicha deuda sea anulada por sentencia cuando se resuelva el recurso de casación formulado. En definitiva,nos encontramos en un caso en que el sujeto pasivo no se encuentra en situación de responder del pago dela deuda tributaria, por lo que de ninguna manera puede deducirse su valor del conjunto de bienes y derechos de los que es titular la recurrente".
3. No obstante, los criterios fijados en la citada sentencia parecen estar siendo aplicados de forma asimétrica entre diversos Tribunales Superiores de Justicia, de modo que algunos niegan la deducibilidad de las deudas del IRPF a partir de la constatación de la falta de firmeza de las liquidaciones de las que traen causa, mientras que otras toman en consideración, adicionalmente, si se encuentran suspendidas.
Así, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía hoy recurrida, parece tomar en cuenta las o la circunstancia de la falta de firmeza, mientras que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, en la sentencia de su Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo dictada el 22 de abril de 2015(rec. 216/2014, ECLI:ES:TSJPV:2015:1280), adopta la segunda postura señalada al indicar:
"SEXTO.- Y por lo que respecta, finalmente, al cómputo en el pasivo de las cuotas "a ingresar" por los sujetos pasivos en concepto de IRPF de 2007, si el importe reseñado en las autoliquidaciones presentadas por los recurrentes (1.092,17 euros + 199,73 euros) o si el resultante de la regularización practicada por la demandada (60.672,89 euros + 57.688,66 euros) hay que estimar la pretensión de los primeros.
Según la doctrina expuesta en la sentencia de 13-1-2012 del Tribunal Supremo (Recurso 384/2009 ; casación para la unificación de doctrina), la falta de firmeza de la liquidación del IRPF, junto a la obtención de la suspensión cautelar de su ejecutividad, determinan que en el momento en que se liquida el IP correspondiente al mismo ejercicio esta deuda no sea exigible al sujeto pasivo, razón por lo que no está en situación de responder de ella, que es lo que exige el precepto invocado".
Pues bien, en lo que hace al caso no se cumplen las dos condiciones que según el Tribunal Supremo determinan la no exigibilidad de la deuda en concepto de IRPF, ergo la exclusión de la misma en el pasivo del contribuyente a efectos del Impuesto sobre el patrimonio, y es que aun no siendo firmes las liquidaciones del IRPF-2007por hallarse pendientes del recurso interpuesto por los recurrentes no se ha acreditado la suspensión de su pago, con lo cual deben considerarse exigibles las cuotas resultantes de las liquidaciones practicadas por la Hacienda Foral.".
Conviene, por lo tanto, un pronunciamiento del Tribunal Supremo que, cumpliendo su función uniformadora,sirva para dar respuesta a la cuestión nuclear que suscita este recurso de casación a fin de reafirmar, reforzar o completar o, en su caso, cambiar o corregir, el criterio que sobre la cuestión fijó esta Sala en la citada sentencia."
COMENTARIOS A LA CUESTIÓN:
1) SOBRE LAS DEUDAS DEDUCIBLES EN EL IP (EL ARTICULO 25)
Artículo 25. Valoración de las deudas.
Uno. Las deudas se valorarán por su nominal en la fecha del devengo del impuesto y sólo serán deducibles siempre que estén debidamente justificadas.
Dos. No serán objeto de deducción:
a) Las cantidades avaladas, hasta que el avalista esté obligado a pagar la deuda, por haberse ejercitado el derecho contra el deudor principal y resultar este fallido. En el caso de obligación solidaria, las cantidades avaladas no podrán deducirse hasta que se ejercite el derecho contra el avalista.
b) La hipoteca que garantice el precio aplazado en la adquisición de un bien, sin perjuicio de que sí lo sea el precio aplazado o deuda garantizada.
Tres. En ningún caso serán objeto de deducción las deudas contraídas para la adquisición de bienes o derechos exentos. Cuando la exención sea parcial, será deducible, en su caso, la parte proporcional de las deudas.
El vencimiento y exigibilidad de las deudas no son requisitos de la deducción de las mismas en el IP
La deuda por precio aplazado no es vencida ni exigible y, sin embargo, es deducible
Así lo declara indiscutiblemente también el artículo 8 de la LIP:
Artículo 8. Bienes o derechos adquiridos con precio aplazado o reserva de dominio.
Uno. Cuando se trate de la adquisición de bienes o derechos con contraprestación aplazada, en todo o en parte, el valor del elemento patrimonial que resulte de las normas del Impuesto, se imputará íntegramente al adquirente del mismo, quien incluirá entre sus deudas la parte de la contraprestación aplazada.
Por su parte, el vendedor incluirá entre los derechos de su patrimonio el crédito correspondiente a la parte de la contraprestación aplazada.
Dos. En caso de venta de bienes con reserva de dominio, mientras la propiedad no se transmita al adquirente, el derecho de éste se computará por la totalidad de las cantidades que hubiera entregado hasta la fecha del devengo del Impuesto, constituyendo dichas cantidades deudas del vendedor, que será a quien se impute el valor del elemento patrimonial que resulte de las normas del Impuesto.
Por tanto, las deudas de dinero originariamente a plazo (arts 1125 y ss CC), o las deudas de dinero vencidas y suspendidas en cuanto a su exigibilidad (como las deudas tributarias derivadas de liquidaciones además recurridas) son deudas deducibles en el IP para determinar su base imponible
El hecho de que la deudas tributarias se encuentren recurridas y suspendidas no altera la existencia de la deuda a cargo del deudor mientras la misma no sea objeto de un pronunciamiento anulatorio
Con arreglo a la doctrina a la que se refiere el ATS las deudas a plazo no serían deducibles en el IP, lo que no en ningún caso puede sostenerse a la vista de lo indicado
2) SOBRE LA PRESUNCIÓN DE LEGALIDAD DE LAS DEUDAS TRIBUTARIAS LIQUIDADAS Y RECURRIDAS
Que la Administración tributaria acreedora invoque la condición litigiosa de la deuda y su suspensión para desconocer la deuda liquidada nos parece contrario al principio de buena fe que vincula a la Administración
Las deudas existen y gozan de la presunción de legalidad propia de los actos administrativos
Habitualmente la suspensión requiere una garantía en forma de aval o hipoteca. Con arreglo al artículo 25 LIP, ni el aval ni la hipoteca serían deducibles. Pero sí las deudas garantizadas con hipoteca o aval
3) SOBRE LOS EFECTOS DE LA ANULACIÓN EN VÍA DE RECURSO DE LAS DEUDAS DE IRPF COMPUTADAS EN EL IP
Están indiscutiblemente considerados en el artículo 68.9 de la LGT, de forma que resultan preservados los derechos de la Administración derivados de la consideración como deuda deducible de una deuda tributaria anulada o minorada en vía de reclamación o recurso:
La interrupción del plazo de prescripción del derecho a que se refiere la letra a) del artículo 66 de esta Ley relativa a una obligación tributaria determinará, asimismo, la interrupción del plazo de prescripción de los derechos a que se refieren las letras a) y c) del citado artículo relativas a las obligaciones tributarias conexas del propio obligado tributario cuando en éstas se produzca o haya de producirse una tributación distinta como consecuencia de la aplicación, ya sea por la Administración Tributaria o por los obligados tributarios, de los criterios o elementos en los que se fundamente la regularización de la obligación con la que estén relacionadas las obligaciones tributarias conexas.
A efectos de lo dispuesto en este apartado, se entenderá por obligaciones tributarias conexas aquellas en las que alguno de sus elementos resulten afectados o se determinen en función de los correspondientes a otra obligación o período distinto
Así sucede con las deuda tributarias por IRPF computadas como deuda deducible en el IP cuando resulten anuladas o minoradas
Este efecto distribuye equitativamente los derechos y obligaciones de las partes (mientras la Administración sea acreedora por IRPF el contribuyente será deudor de la Administración a los efectos del IP. La situación solo cambia cuando el crédito es anulado o minorado)
Con arreglo a lo anterior, entendemos que el TS debería precisar la jurisprudencia existente sobre la deducibilidad de las deudas del IRPF en la base imponible del impuesto sobre el patrimonio y, en particular, determinar que resulta procedente computar en la base imponible del impuesto sobre el patrimonio las cuotas del IRPF, correspondientes a ejercicios previos o coetáneos al del impuesto sobre el patrimonio, que hayan resultado de liquidaciones que, en el momento de la liquidación del impuesto sobre patrimonio, se hallen recurridas o suspendidas
Sunday, April 10, 2022
BRETTON WOODS IIII (IV, ALASDAIR MCLEOD: LA REVOLUCIÓN DE LA DIVISA MERCANCÍA)
We will look back at current events and realise that they marked the change from a dollar-based global economy underwritten by financial assets to commodity-backed currencies. We face a change from collateral being purely financial in nature to becoming commodity based. It is collateral that underwrites the whole financial system.
The ending of the financially based system is being hastened by geopolitical developments. The West is desperately trying to sanction Russia into economic submission, but is only succeeding in driving up energy, commodity, and food prices against itself. Central banks will have no option but to inflate their currencies to pay for it all. Russia is linking the rouble to commodity prices through a moving gold peg instead, and China has already demonstrated an understanding of the West’s inflationary game by having stockpiled commodities and essential grains for the last two years and allowed her currency to rise against the dollar.
China and Russia are not going down the path of the West’s inflating currencies. Instead, they are moving towards a sounder money strategy with the prospect of stable interest rates and prices while the West accelerates in the opposite direction.
The Credit Suisse analyst, Zoltan Pozsar, calls it Bretton Woods III. This article looks at how it is likely to play out, concluding that the dollar and Western currencies, not the rouble, will have the greatest difficulty dealing with the end of fifty years of economic financialisation.
Putin has taken as his model the 1973 Nixon/Kissinger agreement with the Saudis to only accept US dollars in payment for oil, and to use its dominant role in OPEC to force other members to follow suit. As the World’s largest energy exporter Russia now says she will only accept roubles, repeating for the rouble the petrodollar strategy. And even Saudi Arabia is now bending with the wind and accepting China’s renminbi for its oil, calling symbolic time on the Nixon/Kissinger petrodollar agreement.
The West, by which we mean America, the EU, Britain, Japan, South Korea, and a few others have set themselves up to be the fall guys. That statement barely describes the strategic stupidity — an Ignoble Award is closer to the truth. By phasing out fossil fuels before they could be replaced entirely with green energy sources, an enormous shortfall in energy supplies has arisen. With an almost religious zeal, Germany has been cutting out nuclear generation. And even as recently as last month it still ruled out extending the lifespan of its nuclear facilities. The entire G7 membership were not only unprepared for Russia turning the tables on its members, but so far, they have yet to come up with an adequate response.
Russia has effectively commoditised its currency, particularly for energy, gold, and food. It is following China down a similar path. In doing so it has undermined the dollar’s hegemony, perhaps fatally. As the driving force behind currency values, commodities will be the collateral replacing financial assets. It is interesting to observe the strength in the Mexican peso against the dollar (up 9.7% since November 2021) and the Brazilian real (up 21% over a year) And even the South African rand has risen by 11% in the last five months. That these flaky currencies are rising tells us that resource backing for currencies has its attractions beyond the rouble and renminbi.
But having turned their backs on gold, the Americans and their Western epigones lack an adequate response. If anything, they are likely to continue the fight for dollar hegemony rather than accept reality. And the more America struggles to assert its authority, the greater the likelihood of a split in the Western partnership. Europe needs Russian energy desperately, and America does not. Europe cannot afford to support American policy unconditionally.
That, of course, is Russia’s bet.
It is becoming possible to argue convincingly that interest rates for one-year dollar deposits should soon be in double figures, rather than the three per cent or so argued by monetary policy hawks. Whatever the numbers turn out to be, the consequences are bound to be catastrophic for financial assets and for the future of financially oriented currencies where financial assets are the principal form of collateral.
It appears that Bretton Woods II is indeed over. That being the case, America will find it virtually impossible to retain the international capital flows which have allowed it to finance the twin deficits — the budget and trade gaps. And as securities’ values fall with rising interest rates, unless the US Government takes a very sharp knife to its spending at a time of stagnating or falling economic activity, the Fed will have to step up with enhanced QE.
The excuse that QE stimulates the economy will have been worn out and exposed for what it is: the debasement of the currency as a means of hidden taxation. And the foreign capital that manages to escape from a dollar crisis is likely to seek a home elsewhere.
But the other two major currencies in the dollar’s camp, the euro and yen, start from an even worse position. These are shown in Figure 4. With their purchasing power visibly collapsing the ECB and the Bank of Japan still have negative interest rates, seemingly trapped under the zero bound. Policy makers find themselves torn between the Scylla of consumer price inflation and the Charybdis of declining economic activity. A further problem is that these central banks have become substantial investors in government and other bonds (the BOJ even has equity ETFs on board) and rising bond yields are playing havoc with their balance sheets, wiping out their equity requiring a systemic recapitalisation.
Not only are the ECB and BOJ technically bankrupt without massive capital injections, but their commercial banking networks are hugely overleveraged with their global systemically important banks — their G-SIBs — having assets relative to equity averaging over twenty times. And unlike the Brazilian real, the Mexican peso and even the South African rand, the yen and the euro are sliding against the dollar.
These currency developments are indicative of great upheavals and an approaching crisis. Financial bubbles are undoubtedly about to burst sinking fiat financial values and all that sail with them. Government bonds will be yesterday’s story because neither China nor Russia, whose currencies can be expected to survive the transition from financial to commodity orientation, run large budget deficits. That, indeed, will be part of their strength.
The financial war, so long predicted and described in my essays for Goldmoney, appears to be reaching its climax. At the end it has boiled down to who understands money and currencies best. Led by America, the West has ignored the legal definition of money, substituting fiat dollars for it instead. Monetary policy lost its anchor in realism, drifting on a sea of crackpot inflationary beliefs instead.
But Russia and China have not made the same mistake. China played along with the Keynesian game while it suited them. Consequently, while Russia may be struggling militarily, unless a miracle occurs the West seems bound to lose the financial war and we are, indeed, transiting into Pozsar’s Bretton Woods III.
https://www.goldmoney.com/research/goldmoney-insights/the-commodity-currency-revolution
BRETTON WOODS III (III): EN LA CRESTA DE UNA CRISIS HISTÓRICA
Look at what they did when the COVID War began. People forget. You go back to September 2019, the Federal Reserve dumped how much into the REPO market? ‘What’s a REPO market?’ ‘I don’t know but they’re dumping money into it.’ And what did they dump in? $7 trillion from September 2019 to January 2020 (a 5 month period). Oh, and then what happened in January 2020? The COVID War began and they started locking down everything. Oh, and the markets started crashing. And then what happened? Oh, the banksters, they did another game. They lowered interest rates to ZERO in the United States. It’s still negative in Japan and Europe. And governments pumped money in, artificially boosted the economies and the stock markets. Oh, the stock markets boomed! The stock markets boomed while hundreds of millions of lives and livelihoods were destroyed. It’s Not Business As Usual It’s not business as usual. Do you know what the office occupancy rate in the United States is? 40%. ‘You mean it’s down 60%?’ You go to New York, on the east side, west side, all around the town, for rent, for rent, for rent, for rent, for rent, for rent. So now they are coming out and central banksters are saying they are warning of an inflationary era. Guess what? This is nothing new. Everything they are doing is making a terrible situation worse. We are on the cusp of the greatest financial, socioeconomic, and geopolitical crisis in the history of the world.” Eric King: “Gerald, with the BIS giving marching orders for central banks around the world to halt the QE, to raise interest rates to combat inflation, and deal with the associated pain because we’ve seen it before, we’ve been through it before, where does that leave us going forward? Because when you normalize interest rates in the West, the question begins to arise, can those countries even pay a normalized interest rate on their debts because the debt has become so massive?” So what I’m saying to you is even if they raise interest rates to 3% or 4% in the United States, that will crash the markets…Now what if they bring interest rates to the real rate where it should be like they did in the Volcker days with Reagan? Oh, you’ll have a collapse like you won’t believe, but don’t…to continue listening to one of Gerald Celente’s greatest interviews everBUCKLE UP: We Are On The Cusp Of The Greatest Crisis In The History Of The World https://t.co/8n61mVH7wX
— Guillermo Ruiz Zapatero (@ruiz_zapatero) April 10, 2022